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En relación a la psicoterapia

14 de mayo de 2020

Debo decir que me sorprende como incluso en estos momentos en los que a nivel mundial estamos viviendo una pandemia y en donde constantemente se ha hecho énfasis en el impacto que esto puede tener en la salud mental, muchas personas continúen creyendo que el tener síntomas como angustia, hipervigilancia, ideas catastróficas del futuro, tristeza profunda, sentimientos de alienación, soledad y aislamiento, imposibilidad de funcionar en la vida diaria (como por ejemplo, no ser capaz de realizar actividades de autocuidado, o cuidado de otros que son nuestra responsabilidad, falta de concentración en trabajo desde casa, etc.), sea sinónimo de debilidad.

La debilidad vista como una cualidad negativa en donde se cree que el ser débil es señal de falta de actitud o capacidad… que tan lejos se está de la realidad objetiva cuando se piensa así… es muy común que se confunda vulnerabilidad con debilidad.

Y es que nos estamos perdiendo de un componente básico en estas respuestas naturales ante una situación anormal, y este concepto es la biología. Incluso en la formación como psicoterapeutas muchas veces nos enseñan más a trabajar los síntomas que a resolver el origen, muchas veces esto significa ir poniendo curitas en heridas que necesitan cirugía. Hay modelos teóricos que nos enseñan a ir más profundo, a encontrar los orígenes, sin embargo, tener esta información no es suficiente, ni para el o la consultante ni para el o la psicoterapeuta. Es necesario poder tener un abordaje integral que abarque pensamiento, conducta y biología (emociones y sensaciones fisiológicas).

Cuando nos enfermamos no nos cuestionamos para ir con el doctor, no pensamos que es sinónimo de debilidad, no se nos ocurre pensar en buscar ayuda medica gratuita. Cuando nos lesionamos haciendo ejercicio no dudamos en ir con un fisioterapeuta o con un médico del deporte. ¿Por qué será entonces que en lo relacionado a la salud mental sea tan difícil buscar ayuda? En mis años de formación tuve un supervisor, médico psiquiatra, que decía que muchas personas prefieren mil veces que les diagnostiquen un tumor a que sea algo vinculado a enfermedad mental, lo intangible es más perturbador que lo tangible.

Y es que ver las heridas emocionales duele, y mucho, y queremos evitarlo a toda costa, entonces buscamos paliativos en la comida, la droga, la pareja, las compras, los viajes, el deporte, entre otras muchas cosas….pero si no puedo ver mi propio dolor, no seré capaz de sanarlo, y tampoco seré capaz de ver el dolor en los demás. Como bien decía el joker “la sociedad espera que te comportes como si no tuvieras una enfermedad mental”. ¿Por que será que no queremos invertir en nuestra salud emocional? Algunos podrían decir que no tiene sentido pagar por que te escuchen si una platica entre amigos o amigas es lo mismo… y así seguro habrá otras muchas respuestas que en el fondo muy posiblemente tengan que ver con evitar sentirme débil, cuando justo creo que las personas más valientes, comprometidas, y leales a sí mismas son aquellas que se aventuran a iniciar un proceso para sanar esas heridas que no pudieron sanar en su momento, por esta razón creo que si, es verdad, un proceso de terapia profunda no es para todas las personas.

Denisse Talamás Salazar

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